#Cadena de valor textil

La industria textil europea pide medidas más contundentes y sin más demora ante la crisis energética

EURATEX y las organizaciones de la industria textil europea, EuroCoton, Edana, CIRFS y ETSA unen voces para presionar a la Unión Europea en busca de medidas urgentes, reales y efectivas

Las asociaciones europeas que representan a todo el ecosistema textil, entre ellas Texfor a través de EURATEX, han publicado un comunicado para insistir en la necesidad de adoptar medidas más contundentes para superar la crisis energética.

El comunicado llega como respuesta al discurso sobre el estado de la Unión, de la Presidenta Von der Leyen y el anuncio, por parte de la Comisión Europea de varias iniciativas para hacer frente a la «dramática crisis energética a la que se enfrenta Europa». Bruselas anunció las nuevas medidas para paliar los efectos negativos de la escalada incesante de los precios energéticos. En agosto, los precios del gas al por mayor alcanzaron el nivel récord de 340€/MWh -lo que provocó también un aumento vertiginoso de los precios de la electricidad-. A principios de septiembre, tal y como explicamos en un artículo anterior, la industria textil europea pidió a la U.E. que adoptara un límite de precios al por mayor para el gas, la revisión del principio de orden de mérito en el mercado de la electricidad, el apoyo a las PYME y una estrategia europea única.

La respuesta de la Unión Europea a esas peticiones no se considera suficiente. Las asociaciones europeas manifiestan «acoger con satisfacción estas propuestas de la Comisión para cambiar los parámetros de referencia del TTF y desvincular el TTF del mercado de la electricidad, así como la revisión del principio de orden de mérito para el mercado de la electricidad, que ya no sirve para el propósito para el que fue diseñado». El comunicado emitido por EURATEX, EuroCoton, Edana, CIRFS y ETSA, también considera positiva «la propuesta de modificar el marco de las ayudas estatales que, en nuestra opinión, debería incluir los sectores del acabado textil, los servicios textiles y los no tejidos, así como una simplificación de los requisitos de aplicación. Pedimos que esto se aplique de manera uniforme en toda la UE».

Las organizaciones representantes de la industria textil europea afirman que «la propuesta de la Comisión carece de ambición y -si se confirma- tendrá el coste de perder capacidad industrial europea y puestos de trabajo». El futuro que auguran estas entidades resulta inquietante ya que están convencidas de que «Europa se quedará sin su ecosistema textil integrado, tal y como lo conocemos hoy, y sin medios para hacer realidad la estrategia textil de la UE, para productos textiles más sostenibles y circulares».

La industria textil europea afirma que «es absolutamente necesario un tope europeo ambicioso y significativo para el precio mayorista del gas natural. A Europa se le está acabando el tiempo para salvar su propia industria. Ha llegado el momento de actuar con rapidez y decisión en unidad y solidaridad a nivel europeo. Entendemos que hasta ahora se ha discutido entre los ministerios un tope de precio muy alto y eso no es tranquilizador para las empresas de toda Europa: si cualquier tope es superior a 100/MWh, estas empresas se hundirán».

El comunicado explica que, «en marzo de 2022, con los precios mayoristas del gas en la UE a 200€/MWh, ya no existía el argumento comercial para mantener la producción textil. A día de hoy, los precios mayoristas del gas natural han alcanzado el nivel de 340€/MWh, ¡más de 15 veces superior en comparación con 2021!» Actualmente, muchas empresas han suspendido sus procesos de producción para evitar la pérdida de decenas de miles de euros cada día. Ante esta situación, la asociaciones del textil europeo manifiestan que «esperamos que esto no se convierta en la nueva normalidad». Para reducir la probabilidad de que se produzca este escenario, «pedimos a la Comisión, al Consejo de la UE y al Parlamento que adopten rápidamente medidas decisivas, impactantes y concretas para hacer frente a la crisis energética y garantizar la supervivencia de la industria europea».

La industria textil de la UE, opera con una gran competencia internacional. Por eso, dice el comunicado, «no es posible limitarse a trasladar el aumento de los costes a los consumidores. Sin embargo, con estos precios tan elevados, nuestras empresas no pueden permitirse absorber esos costes. Las empresas textiles de la UE son principalmente PYMES que no tienen la estructura financiera necesaria para absorber este choque».

Según los datos de la Industria Textil europea, en contraste con esta realidad en nuestro continente, el precio al por mayor del gas en Estados Unidos y China es de 10€/MWh, mientras que en Turquía el precio es de 25€/MWh. «Si la UE no actúa, nuestros competidores internacionales nos sustituirán fácilmente en el mercado, lo que provocará la desindustrialización de Europa y una mayor dependencia de las importaciones extranjeras de productos esenciales».

Segmentos específicos de la industria textil más vulnerables:

  • La industria de las fibras artificiales, por ejemplo, es un sector intensivo en energía y un gran consumidor de gas natural y electricidad para la fabricación de sus fibras. No sólo se ve afectada por el aumento de los procesos energéticos, sino que también experimenta la escasez y el fuerte aumento de los costes de sus materias primas.
  • En el segmento de los no tejidos, los procesos de producción -que utilizan tanto fibras como filamentos extruidos in situ- también dependen en gran medida del gas y la electricidad. La fusión y extrusión de polímeros, el cardado de las fibras, la formación de la banda, la unión de la banda y el secado son técnicas que consumen mucha energía. Los materiales no tejidos se encuentran en muchas aplicaciones cruciales para los ciudadanos, como en la sanidad (mascarillas) o la automoción (baterías).
  • También hay que señalar que para algunos segmentos el uso del gas no tiene sustituto tecnológico: por ejemplo, las unidades de producción de tintura y acabado hacen un uso muy intenso del gas. Estas unidades de producción están compuestas principalmente por calderas y secadoras, que sólo funcionan con gas y no hay tecnología alternativa.
  • El sector de los servicios textiles también tiene problemas: con el carácter crítico del servicio que prestan, necesitan una cantidad considerable de energía para mantener los servicios, en particular los hospitales y las residencias de ancianos, abastecidos de material para salvar vidas, así como de ropa y sábanas para los propios pacientes. La pérdida de estas empresas provocaría la falta de ropa para los profesionales de la salud, incluidas las batas de protección para cirujanos, enfermeras y médicos, y los uniformes, entre otros equipos de protección personal.