La Confederación Europea del textil, EURATEX, ha emitido un comunicado pidiendo un cambio de enfoque al Parlamento Europeo (PE) respecto a la legislación prevista para el sector textil. Euratex considera que ahora «no se reconoce la fuerza y el compromiso de la industria textil europea».
El Parlamento Europeo ha aprobado su Informe sobre una Estrategia de la UE para los Textiles Sostenibles y Circulares. El Informe quiere intensificar aún más la ambición de la UE hacia la sostenibilidad y la circularidad, pero no ha reconocido el papel estratégico de la industria textil europea para aumentar la sostenibilidad, ni ha apreciado la amenaza competitiva global a la que se enfrentan nuestras empresas.
El Director General de EURATEX, Dirk Vantyghem ha afirmado que «acogemos con satisfacción el gran interés del Parlamento Europeo por la industria textil y de la moda, pero animamos a los eurodiputados a desarrollar una visión equilibrada que concilie sostenibilidad y competitividad. El desarrollo de un nuevo modelo de negocio para nuestra industria requiere una legislación cuidadosamente elaborada de ámbito mundial, y un diálogo abierto entre la industria, las marcas y el consumidor.»
EURATEX, organización de la que forma parte Texfor – Confederación de la Industria Textil, a través de CIE, apoya la Estrategia Textil de la UE, tal como fue presentada hace más de un año por la Comisión Europea. Las 160.000 empresas textiles europeas están comprometidas con la inversión en sostenibilidad, el desarrollo de nuevos modelos de negocio circulares y la producción de productos textiles de alta calidad, no solo en moda, sino también en textiles para el hogar y médicos, construcción, agricultura y automóviles. Para ello, necesitamos de hecho un nuevo marco regulador, con definiciones claras, normas coherentes y controles eficaces. Pero también tenemos que asegurarnos de que las empresas puedan cumplir estas normas y seguir siendo competitivas a escala mundial.
Según el comunicado, el informe del Parlamento Europeo no respeta el equilibrio entre sostenibilidad y competitividad. En su lugar, sugiere aún más normas y restricciones, sin tener en cuenta los retos económicos actuales causados por los altos precios de la energía, la pérdida de confianza de los consumidores y unos socios comerciales asertivos. Poner el listón aún más alto significará simplemente que la industria textil europea se verá expulsada del mercado, lo que se traducirá en una mayor huella medioambiental y una mayor dependencia de los suministros extranjeros. Todo lo contrario de lo que la Unión Europea quiere conseguir con sus planes de autonomía estratégica abierta.
El Informe de los parlamentarios europeos, dice EURATEX, tampoco distingue entre productos textiles. Hay una confusión entre moda y textiles técnicos, entre productos fabricados en Europa y fuera de ella, y entre productos de alta calidad y duraderos y artículos de baja calidad. Es lamentable que el Parlamento Europeo no haya hecho esa distinción y se refiera a los «textiles» como motivo general de preocupación, sin reconocer, por ejemplo, los productos de alta calidad, fabricados por empresas textiles y de moda europeas.
Otro aspecto que destaca el comunicado es que el Informe hace recaer una gran responsabilidad en el lado de la oferta -la industria y las marcas- y no aborda suficientemente el papel del consumidor. Por lo tanto, necesitamos iniciativas para crear una mayor demanda de textiles sostenibles, lo que incluye una mejor comunicación y transparencia (evitar el green washing), medidas fiscales, contratación pública ecológica y un mejor control de los mercados en línea.
El comunicado de EURATEX destaca, como aspecto positivo, que el informe del PE reconoce la importancia de invertir en investigación e innovación, apoyando el reciclaje y la mejora de las cualificaciones, la necesidad de ampliar la economía circular y de prestar atención a las necesidades de las PYME. EURATEX siempre ha insistido en que una transición tan masiva solo puede tener éxito si va acompañada de programas de apoyo significativos y específicos. La senda de transición del sector textil de la UE debería ofrecer una perspectiva clara a este respecto.